Recuerdo cuando jugabamos en invierno. Una atmósfera fresca y fria nos envolvia, aunque el fragor del ejercicio nos hacia olvidar las inclimencias.
AQUEL SUELO ENBALDOSADO.
AQUELLOS BALONAZOS EN LA CARA.
AQUELLAS FUENTES CON POCA PRESIÓN.
AQUELLOS BALONES XOPADOS DE AQUELL URINARIO ABIERTO.
QUE RECUERDOS!!!
(CORTO Diciembre 1975, 11:10 a.m.)
O cuando los maristeños golpeaban, sin descanso, aquellos balones de cuero marcados con la letra de la clase.
cronovisor (martes, 16 mayo 2017 00:42)
El patio sur, recinto de místicos recuerdos, con los sobrios edificios de alrededor como testigos mudos de tantos partidos, que hacían las veces de graderío. Y aquellos frondosos árboles cuyas hojas, al ser golpeadas por el viento, relajaban a las almas más inquietas, mientras los últimos niños que jugaban al atardecer apuraban las horas de sol en sus últimas correrías futboleras.